El Salmo es un hermoso himno de adulación que nos invita a pensar en la genuina devoción hacia Dios que debemos tener para persona convertida a Cristo.
Esta pieza investigará el llamativo Salmo y descifrará cómo todavía es pertinente para nosotros hoy. Exploraremos juntos la magnitud de su poderoso mensaje.
Salmo 115 como pagaré al señor
Se reflexiona sobre las formas en que puede agradecer y honrar a Dios por todas sus bendiciones. Él pregunta: «¿Cómo le pagaré al Señor toda su bondad para conmigo?» La respuesta es que nunca podremos realmente pagarle a Dios por su misericordia, gracia y amor, pero podemos expresar nuestra gratitud a través de la oración, la adoración y la obediencia.

Explicación del salmo 115
El salmista nos recuerda que el honor y la gloria solo deben otorgarse a Dios, no a nosotros mismos.
Además de eso, nos recuerdan que debemos tener fe en las promesas de misericordia y verdad de Dios y reconocer constantemente su poder todopoderoso. Toda alabanza debe ser dirigida solo a Él.
Él está en el Cielo, teniendo dominio sobre todo el universo. Este versículo nos recuerda que Dios es Todopoderoso y que Su plan siempre se cumplirá.
El salmista pinta un vívido contraste entre los ídolos hechos por el hombre, que no tienen vida y son incapaces de brindar una verdadera ayuda, y el Dios viviente, que es vibrante y lleno de poder para actuar.
Salmo 115 completo
Versículo 2: ¿Por qué han de decir las naciones: ¿Dónde está su Dios?
Versículo 3: Nuestro Dios está en los cielos; todo lo que quiso ha hecho.
Versículo 4: Los ídolos de ellos son plata y oro, obra de manos de hombres.
Versículo 5: Tienen boca, mas no hablan; tienen ojos, mas no ven.
Versículo 6: Tienen orejas, mas no oyen; tienen narices, mas no huelen.
Versículo 7: Tienen manos, mas no palpan; tienen pies, mas no andan; no hablan con su garganta.
Versículo 8: Semejantes a ellos son los que los hacen, y cualquiera que confía en ellos.
Versículo 9: Oh Israel, confía en el Señor; él es tu ayuda y tu escudo.
Versículo 10: Casa de Aarón, confía en el Señor; él es tu ayuda y tu escudo.
Versículo 11: Los que teméis al Señor, confiad en el Señor; él es vuestra ayuda y vuestro escudo.
Versículo 12: El Señor se acordó de nosotros; nos bendecirá.
Versículo 13: Bendecirá a la casa de Israel; bendecirá a la casa de Aarón.
Versículo 14: Bendecirá a los que temen al Señor, a pequeños y a grandes.
Versículo 15: Aumentará el Señor bendición sobre vosotros; sobre vosotros y sobre vuestros hijos.
Versículo 16: Benditos vosotros del Señor, que hizo los cielos y la tierra.
Versículo 17: Los cielos son los cielos del Señor; y ha dado la tierra a los hijos del hombre.
Versículo 18: No alabarán los muertos al Señor, ni los que descienden al silencio.” (Salmo 115)
El salmista nos advierte contra confiar en los ídolos y nos anima a tener fe en el Todopoderoso. Nos recuerda que solo Dios puede darnos esperanza y seguridad.