Si piensas profundamente en el Salmo, es verdaderamente extraordinario. Conocido a menudo como El Gran Hallel o La Canción de Acción de Gracias, este poema bíblico es un momento oportuno para contemplar y reconocer la grandeza de Dios y Su amor infinito por nosotros.
Este artículo analiza en profundidad el Salmo 136 y sus palabras de gratitud, alabanza y alegría. Repasaremos cada versículo para explorar completamente el significado detrás de él.
Qué nos enseña el Salmo 136
Nos anima a recordar las misericordias del Señor, que son nuevas cada mañana, ya dar gracias por su gran amor. El salmista también nos recuerda que las obras de Dios son grandes y Su poder está más allá de nuestro entendimiento. Nos enseña a confiar en el plan de Dios para nuestra vida, ya depender de Él en los momentos de dificultad.

Explicación del salmo 136
Es hora de mostrar gratitud al Todopoderoso y reconocer Sus bendiciones incondicionales. Tomemos todos unos momentos para celebrar la misericordia perpetua de Dios que va más allá de nuestra vida material.
A pesar del paso del tiempo, su cariño y preocupación se mantienen firmes.
El Salmo es un hermoso himno de acción, de gracias, que acentúa la eterna bondad y gracia de Dios. Es un poderoso recordatorio de Su divina misericordia y amor incondicional.
De principio a fin, la Biblia nos anima a estar agradecidos por el amor infinito de Dios, Su increíble habilidad para crear, Su guía y protección contra el daño, Su participación en nuestras vidas, Su generosidad y constancia.
Salmo 136 completo
Versículo 2: Dad gracias al Dios de los dioses, porque para siempre es su misericordia.
Versículo 3: Dad gracias al Señor de los señores, porque para siempre es su misericordia.
Versículo 4: Al único que hace grandes maravillas, porque para siempre es su misericordia.
Versículo 5: Al que con entendimiento hizo los cielos, porque para siempre es su misericordia.
Versículo 6: Al que extendió la tierra sobre las aguas, porque para siempre es su misericordia.
Versículo 7: Al que hizo los grandes luminares, porque para siempre es su misericordia.
Versículo 8: El sol para que señoreara en el día, porque para siempre es su misericordia.
Versículo 9: La luna y las estrellas para que señorearan en la noche, porque para siempre es su misericordia.
Versículo 10: Al que hirió a Egipto en sus primogénitos, porque para siempre es su misericordia.
Versículo 11: Y sacó a Israel de en medio de ellos, porque para siempre es su misericordia.
Versículo 12: Con mano fuerte y brazo extendido, porque para siempre es su misericordia.
Versículo 13: Al que dividió en dos partes el mar Rojo, porque para siempre es su misericordia.
Versículo 14: E hizo pasar a Israel por en medio de él, porque para siempre es su misericordia.
Versículo 15: E hizo caer a Faraón y a su ejército en el mar Rojo, porque para siempre es su misericordia.
Versículo 16: Al que guió a su pueblo por el desierto, porque para siempre es su misericordia.
Versículo 17: Al que hirió a grandes reyes, porque para siempre es su misericordia.
Versículo 18: Y mató a reyes famosos, porque para siempre es su misericordia.
Versículo 19: A Sehón rey de los amorreos, porque para siempre es su misericordia.
Versículo 20: Y a Og rey de Basán, porque para siempre es su misericordia.
Versículo 21: Y dio la tierra de ellos por heredad, porque para siempre es su misericordia.
Versículo 22: Herencia a Israel su siervo, porque para siempre es su misericordia.
Versículo 23: Que se acordó de nosotros en nuestra humillación, porque para siempre es su misericordia.
Versículo 24: Y nos rescató de nuestros adversarios, porque para siempre es su misericordia.
Versículo 25: El que da alimento a todo ser viviente, porque para siempre es su misericordia.
Versículo 26: Dad gracias al Dios de los cielos, porque para siempre es su misericordia.” (Salmo 136)
Independientemente de nuestra situación, podemos confiar en la misericordia y la gracia infinitas de Dios. ¡Expresemos gratitud al Todopoderoso por Su infinito amor y bondad hacia nosotros!