Salmos para Pedir por una Persona Desaparecida

Cuando falta un ser querido, es común sentir una variedad de emociones negativas. En momentos tan desafiantes, la fe y la oración pueden actuar como fuentes de consuelo y esperanza.

Este artículo presentará Salmos que pueden usarse para orar por personas desaparecidas. Estos pasajes son un gran recordatorio de que Dios es digno de confianza incluso en nuestras luchas y que todavía nos cuida sin importar cuán difícil sea nuestra situación.

Salmos para una persona desaparecida

Orar por alguien que ha desaparecido puede ser difícil de hacer por su cuenta. Afortunadamente, los Salmos brindan una forma poderosa de expresar sus oraciones y emociones en tiempos de angustia.

Salmos para Pedir por una Persona Desaparecida

Salmo 34:17-18

Dios escucha el clamor de los que tienen el corazón quebrantado y está cerca para brindarles consuelo. Puedes confiar en Él durante los momentos de angustia y buscar Su ayuda en tiempos de necesidad.

“Claman los justos, y el Señor los oye; los librará de todas sus angustias. Cercano está el Señor a los quebrantados de corazón; salva a los de espíritu abatido.” (Salmo 34:17-18)

Salmo 139:7-10

La idea de que Dios es omnipresente es un pensamiento reconfortante. Nos da fuerza y esperanza de que nunca estamos solos; vayamos donde vayamos, Dios siempre está con nosotros, velando y protegiéndonos en todas las circunstancias.

“¿A dónde me iré de tu Espíritu? ¿Y a dónde huiré de tu presencia? Si subiera a los cielos, allí estás tú; y si en el Seol hiciera mi estrado, allí tú estás. Si tomara las alas del alba y habitara en el extremo del mar, aun allí me guiaría tu mano, y tu diestra me asiría.” (Salmo 139:7-10)

Salmo 27:1

En tiempos de dificultad, podemos acudir a Dios en busca de luz, salvación y fortaleza. A través de la oración, podemos buscar consuelo y fe en Él mientras oramos por la seguridad de la persona perdida.

“El Señor es mi luz y mi salvación, ¿de quién temeré? El Señor es la fortaleza de mi vida, ¿de quién tendré miedo?” (Salmo 27:1)

Salmo 62:8

Confiarle a Dios nuestras vidas nos ayuda a encontrar consuelo en tiempos difíciles. Siempre debemos recordar que Él escucha nuestras oraciones y nos brinda consuelo, sin importar la situación. Confiar en Su poder nos da paz mental y fortaleza cuando somos más vulnerables.

“Confía en él en todo tiempo, oh pueblo; derrama delante de él tu corazón; Dios es nuestro refugio.” (Salmo 62:8)

Salmo 86:7

Cuando estamos luchando, clamar a Dios y tener fe en Su misericordia y poder para responder es una oración de ayuda. Esto suplica a Dios en tiempos de angustia y nos da la esperanza de que Él responderá a las peticiones de los que han desaparecido.

“En el día de mi angustia te llamaré, porque tú me respondes.” (Salmo 86:7)

Salmo 121:1-2

Cuando busquemos ayuda, recordemos que nuestra fuente de esperanza y ayuda es el Señor, el Creador de todas las cosas. Podemos acudir a Él en oración y confiar en que Él nos brindará protección y guía durante nuestra búsqueda de la persona perdida.

“Alzaré mis ojos a los montes; ¿de dónde vendrá mi socorro? Mi socorro viene de Jehová, que hizo los cielos y la tierra.” (Salmo 121:1-2)

Salmo 46:1-2

A través de Dios, podemos encontrar fortaleza y protección incluso en tiempos difíciles. Ante la desesperanza, Su presencia puede traernos consuelo y tenemos fe en que Él nos brindará ayuda.

“Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones. Por tanto, no temeremos, aunque la tierra sea removida, y aunque los montes se deslicen al mar.” (Salmo 46:1-2)

Salmo 55:22

Dios nos brinda la oportunidad de poner nuestras preocupaciones y estrés a sus pies. Podemos estar seguros de que Él cuidará de nosotros y de los que no están presentes. Es reconfortante saber que Él siempre tiene en mente nuestros mejores intereses.

“Echa sobre Jehová tu carga, y él te sustentará; no dejará para siempre caído al justo.” (Salmo 55:22)

Salmo 34:4

Entregando nuestras ansiedades a Dios, Él nos ayuda amablemente a superar todas nuestras preocupaciones. Tenemos fe en que Dios obrará de acuerdo con Su plan perfecto para la seguridad de la persona desaparecida.

“Busqué a Jehová, y él me oyó, y me libró de todos mis temores.” (Salmo 34:4)

Salmo 147:3

Dios es el máximo sanador de nuestros corazones rotos y heridas emocionales. Podemos suplicarle que nos conceda paz interior y sanación, así como a aquellos que sufren la pérdida de un ser querido.

“Sana a los quebrantados de corazón, y venda sus heridas.” (Salmo 147:3)

Cuando estás luchando con el dolor de perder a un ser querido, los salmos de la Biblia pueden ofrecerte consuelo y esperanza. Te recuerdan que Dios está cerca, escucha tus oraciones y te brinda fuerza y consuelo para ayudarte en este momento difícil.