Nuestro Señor nos enseña a perdonar y a vivir con pureza en el corazón hacia nosotros mismos, nuestra familia y el prójimo. Tu alma sentirá fe y esperanza cuando leas en la biblia los textos bíblicos.
Amar a Dios significa seguir el camino que nos muestra para nuestra la vida eterna y sus mandamientos, los cuales nos guían para respetar y hacer el bien a todos nuestros hermanos.
Versículos de amor de Dios
La misericordia de nuestro padre está en tu corazón para que actúes con benevolencia y honestidad en cada actividad de tu vida. Es el amor del Señor. Por eso comienza desde ya la lectura de estos pasajes.
Génesis 24:27
Dios es misericordioso y fiel. Esa es la forma cómo nos demuestra su amor infinito hacia nosotros, sus hijos.
Y dijo: bendito sea el Señor, Dios de mi señor Abraham que no ha dejado de mostrar su misericordia y su fidelidad hacia mi Señor y el Señor me ha guiado en el camino a la casa de los hermanos de mi Señor. (Génesis 24:27).
Éxodo 34:6
Nuestro señor es compasivo y clemente, pues él sabe que somos seres humanos que estamos en constante cambio y evolución espiritual.
Entonces pasó el Señor por delante de él y proclamó: el Señor, el Señor, Dios compasivo y clemente, lento para la ira y abundante en misericordia y fidelidad. (Éxodo 34:6).
Deuteronomio 7:8
El Señor siempre tiende su mano para darnos socorro y auxilio, cuando estamos viviendo momentos difíciles llenos de angustia.
Mas porque el Señor os amó y guardó el juramento que hizo a vuestros padres, el Señor os sacó con mano fuerte y os redimió de casa de servidumbre, de la mano de Faraón, rey de Egipto. (Deuteronomio 7:8).
Salmos 36:7
Bienaventurados los hijos de Dios que gozan de su santa misericordia y de la protección del Señor para recibir bendiciones para su vida.
¡Cuán preciosa es, oh Dios, tu misericordia! Por eso los hijos de los hombres se refugian a la sombra de tus alas. (Salmos 36:7).
Juan 3:16
Dios nos ama tanto que su hijo Jesús vino a este mundo terrenal, para dar su vida por la purificación de todos nuestros pecados.
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo aquel que cree en El, no se pierda, mas tenga vida eterna. (Juan 3:16).
Romanos 5:5
La fe y esperanza renacen en nuestros corazones gracias al amor de Dios, quien con su bondad nos ofrece vida eterna.
Y la esperanza no desilusiona, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por medio del Espíritu Santo que nos fue dado. (Romanos 5:5).
Tito 3:4-5
La justicia de Dios es un acto de benevolencia hacia sus hijos. Él es quien nos salva de todas las acciones malignas.
Pero cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador, y su amor hacia la humanidad. Él nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino conforme a su misericordia, por medio del lavamiento de la regeneración y la renovación por el Espíritu Santo. (Tito 3:4-5).
Deuteronomio 7:9
Los buenos hijos de Dios seguimos sus mandamientos para gozar de su infinita caridad, misericordia y plenitud espiritual.
Reconoce, pues, que el Señor tu Dios es Dios, el Dios fiel que guarda su pacto y su misericordia hasta mil generaciones con aquellos que le aman y guardan sus mandamientos. (Deuteronomio 7:9).
Efesios 2:4
La misericordia de Dios nos llena el corazón con su gloria para que seamos hombres y mujeres bienaventurados y nos deleitemos con su gloria.
Pero Dios, que es rico en misericordia, por causa del gran amor con que nos amó. (Efesios 2:4).
1 Juan 3:1
Todos somos hijos de Dios y esa es la mejor muestra de amor y bondad. El Señor reine para siempre en nuestros corazones.
Mirad cuán gran amor nos ha otorgado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios y eso somos. Por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a Él. (1 Juan 3:1).
Isaías 62:1
El amor de Dios se encienda en todas las almas de la Tierra, porque de todos es el reino de los cielos.
Por amor de Sion no callaré y por amor de Jerusalén no me estaré quieto, hasta que salga su justicia como resplandor y su salvación se encienda como antorcha. (Isaías 62:1).
Salmos 59:10
El Señor con su amor y protección nos concede el don de la victoria sobre aquellos que buscan dañar nuestro camino.
Mi Dios en su misericordia vendrá a mi encuentro; Dios me permitirá mirar victorioso sobre mis enemigos. (Salmos 59:10).
Proverbios 8:17
Cuando leamos los versículos de amor a Dios, busquemos acercarnos a él mediante la oración y pidamos por el perdón de nuestros pecados.
Amo a los que me aman y los que me buscan con diligencia me hallarán. (Proverbios 8:17).
Salmos 48:9
Dios habita en nuestros corazones. Él nos enseña a obrar con benevolencia hacia nuestros semejantes.
En tu misericordia, oh Dios, hemos meditado, en medio de tu templo. (Salmos 48:9).
Deuteronomio 7:12
El Señor, nuestro Dios, nos guarda con sus alas misericordiosas para que vivamos con fe y esperanza para nuestras vidas por toda la eternidad.
Y sucederá que porque escuchas estos decretos y los guardas y los cumples, el Señor tu Dios guardará su pacto contigo y su misericordia que juró a tus padres. (Deuteronomio 7:12).
Juan 14:21
Nuestro Señor nos indica en los mandamientos la posibilidad de gozar de vida eterna. Con nuestras súplicas, debemos honrar su nombre.
El que tiene mis mandamientos y los guarda, ese es el que me ama, y el que me ama será amado por mi Padre y yo lo amaré y me manifestaré a él. (Juan 14:21).
Isaías 43:25
Dios perdona nuestros pecados y nos libra de todo mal y peligro que puede acecharnos en nuestras vidas.
Yo, yo soy el que borro tus transgresiones por amor a mí mismo y no recordaré tus pecados. (Isaías 43:25).
Salmos 51:1
Dios es bueno. Ruégale por el perdón de tus pecados y el de tus hermanos de iglesia. Él te perdonará todas tus faltas, porque es amoroso.
Ten piedad de mí, oh Dios, conforme a tu misericordia, conforme a lo inmenso de tu compasión, borra mis transgresiones. (Salmos 51:1).
Juan 17:23
Cree en la palabra del Señor, para que tus súplicas sean escuchadas. La fe de tu corazón hará que tus peticiones sean oídas.
Yo en ellos y tú en mí, para que sean perfeccionados en unidad, para que el mundo sepa que tú me enviaste y que los amaste tal como me has amado a mí. (Juan 17:23).
Romanos 5:8
Diariamente Dios demuestra su gran amor por sus hijos, quienes muchas veces pecamos con nuestras acciones. Él redime nuestras faltas con mucho amor, piedad y bondad.
Pero Dios demuestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros. (Romanos 5:8).
Los versículos de amor a Dios nos llenan el corazón de fuerza para que amemos al Señor porque somos sus hijos. Él nos libra de las acciones que puedan perjudicar nuestra vida. Lee la biblia y sentirás su bondad.